Sobre el idioma quechua hay mucho
que aclarar todavía, comencemos por aclarar que KICHUA es la forma correcta de
decirlo y escribirlo y QUECHUA es su castellanización y en nuestro país aún lo
hablan algunas comunidades indígenas del páramo, que por acción de la continua
migración de sus miembros hacia los valles andinos y a la costa, se están
quedando sin población, al punto que de seguir así y con este ritmo, para el
año 2.000 tendrán solamente un cuarto de su población actual.
Por otra parte el
quechua es una lengua tan antigua en los Andes sudamericanos que su orígen se
pierde en la noche de los tiempos y por ello se reputa idioma "antiguo y
noble". Lamentablemente los indios sudamericanos vivían en la edad de
bronce cuando llegaron los conquistadores, trabajaban la piedra y la alfarería
y usaban de aleaciones de metales, pero no conocían la rueda ni tenían
alfabeto, de allí es que el quechua era un lenguaje oral mas no escrito y por
ende, falto de reglas gramaticales.
Para llenar este vacío algunos
Misioneros de los primeros años de la conquista se dieron a la ímproba tarea de
escribir una gramática quechua. El que mayores logros alcanzó en este sentido
fue el Padre Santo Tomás, del Convento dominicano de Lima, que se convirtió en
el Antonio de Nebrija del quechua, por su gramática, muy utilizada para el
aprendizaje. Con posterioridad al padre Santo Tomás algunos Misioneros
siguieron puliendo dicha gramática y ya en el siglo pasado y en nuestra
República no faltaron estudiosos que se dedicaron a componer Diccionarios
quechuas.
En Cuenca Luis Cordero escribió
el Diccionario quechua - español y español — quechua y posteriormente su
sobrino Octavio Cordero Palacios elaboró el quechua - cañari y quechua -
español.
Pio Jaramillo Alvarado anota en
"El Indio ecuatoriano" que las más antiguas formas de quechua que se
conocen en América son las habladas en la parte norte del territorio
ecuatoriano, de donde se podría inferir que dicho idioma tuvo su asiento inicial
en nuestra Patria. Esta teoría reafirma la enunciada por el jesuita Annello de
Oliva sobre el origen de los Incas, a quienes suponía oriundos de la península
de Sumpa o Santa Elena, de donde debieron salir en épocas remotísimas para
poblar en sucesivas oleadas migratorias la costa norte peruana y luego el
altiplano Perú - boliviano llamado también "El Collao". Justino
Cornejo en alguna ocasión me conversaba que en el lenguaje diario del Ecuador
existen ciertas palabras a las que no es posible encontrar su orígen y peor aún
su correcta grafía y me ponía de ejemplo la palabra CEVICHE que también podría
escribierse SEVICHE, SEBICHE o CEBICHE; palabras que podrían pertenecer a
alguna lengua anterior al quechua o a otra familia lingüística diferente pero
este último es menos probable.
El sabio Otto Von BuchwaId que
pasó largos años estudiando los dialectos que aun se hablaban en nuestro país a
principios de este siglo, descubrió que la lengua colorada o
"safíqui", hoy en vías de extinción y reducida únicamente a la zona
selvática de Santo Domingo, era de origen arawaco - caribe y había llegado a la
costa desde la selva Amazónica. Igualmente descubrió que los actuales indios
colorados fueron chonos en su origen habitaban la cuenca del Guayas a la
llegada de los conquistadores y no resistiendo la vida de esclavitud con los
españoles, poco a poco fueron emigrando por ese camino natural que es el actual
carretero Guayaquil - Daule, Empalme - Quevedo y Santo Domingo, estableciéndose
en una zona boscosa donde nadie los molestó por siglos. Con esto probó Von
Buchwald el principio científico de que la migración de los pueblos arrastra
consigo a su lenguaje, y esto pudo suceder en épocas muy remotas con los
pueblos de habla quechua, que tuvieron todo un amplio panorama natural para
emigrar a través de Los Andes, llevando su cultura megalítica o de piedra,
alfarería rudimentaria y hasta conocimientos más sofisticados como la aleación
de los metales.
Pero ¿Quienes eran estos pueblos
andinos que hablaban quechua? He allí el dilema. ¿De donde salieron? Otro
asunto que se está esclareciendo. Si salieron de Sumpa o Santa Elena y pasaron
al sur y fundaron "Tumpiz" o Tumbes, tendríamos que aceptar que
avanzaron por la costa desértica peruana para estructurar las culturas arcaicas
o más antiguas que existieron en el callejón de Huaylas, que extendidas hacia
el sur construyeron Tiahuanaco o "Tiawanaku", coexistiendo con la
Cultura "Chavin" o "Parakas". Ambas culturas tenían muchos
nexos o parecidos, cultivaban la tierra, tejían las fibras, vegetales y se
vestían de algodón, calculándose su antigüedad en cerca de 3.500 años.
Posteriormente se formaron en el Perú diversas confederaciones tribales y
surgieron nuevas culturas intermedias: Chimú, Chincha, Kuyus, Manko, Konchuko,
Wanka, Rukana, Chanka, Keswa, Kolla, Koliana y Choque - Manko que florecieron
aproximadamente por tres siglos y medio, para dar paso al Imperio o super
estructura administrativa de los "Inkas" o Incas, que es como se dice
en castellano.
Asi pues, el quechua o
"Kichua" se habló por miles de años en Ecuador, Perú y Bolivia y sólo
en este ultimo lugar tuvo que enfrentarse al "aymará" y aun se sigue
hablando en estas regiones, pero cada día menos, por las migraciones internas
de los miembros tribales del altiplano hacia las grandes ciudades de los
valles, donde sufren un brusco proceso de aculturización, perdiendo parte de
sus vestigios ancestrales. De allí es que el quechua ha sido reputado como
lengua o idioma en proceso de extinción y como lengua muerta por no tener
futuro, no contar con una gramática y grafías propias, ni tampoco con obras
literarias escritas, que a nadie interesa escribir; tampoco existen centros
culturales para su estudio ni es utilizado para relacionarse como otros países.
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